Y aquellos los de entonces...

No sé Ustedes, pero cuando dejé la etapa en donde Santa Claus o cualquier otra personalidad pseudo divina o cuasi realista producto de la mercadotecnia me traía regalos me emocionaba la víspera a que esto sucediera.

Honestamente aún tengo marcada la sensación en la piel de la emoción que esto me causaba. Obviamente el tiempo tenía que correr como es natural y yo aculturizarme más con esto de ser adulto y empezar a cubrir aquellos infantes sentimientos con razgos de resposabilidad y traje azul marino con camisa blanca.

Lo bueno toso esto es que me acabo de dar cuenta de que manera sigo con esas sensaciones que por el simple hecho de ser esporádicas siguen contrubuyendo su dosis de emoción y me hacen aflorar los buenos recuerdos pero también me hacen retomar por etapas todos aquellos con los que he sustituido a través de los años. Por ejemplo, de niño era la emción de ver que traía Santa Claus, de adolescente era, y de antemano pido una disculpa por mi abierta reflexión sin interés de incomodar a propios o extraños, el esperar un faje, que me prestaran el coche etc, cuando empecé a trabajar esperar el fin de semana para salir, las fiestas, el antro, la quincena y por supuesto gastarla, después fue tener una novia formal y hasta donde llegaría la relación, y ahora que todo ha cambiado y pasadas esas estapas mis expectativas para sentir emociones son distintas pero siguen causando movimientos en mi, por ejemplo, ahora me emociona un viaje, conocer nuvas personas, cuando encuentro un autor nuevo y me entero que tiene un libro nuevo, una banda que conocía pero a la que no le había puesto atencion y claro, a una película que realmente me interesa.

Todo esto solo para compartis con Ustedes el trailer de Ironman, yo la verdad ya quiero vela:

ja ja




Cocas de lata bien frías para este jueves.

W.