Y aquellos los de entonces...

Pues con la novedad que ahora mi ex-jefe me quiere emparejar con su sobrina. Digo, yo no tengo nada en contra de eso, la chica es guapa y me gusta, pero de pronto me sentí en el medievo.

Todo sucedió el viernes pasado. La sobrina en cuestión estaba celebrando en un restaurante/bar de Satélite porque ya terminó su especialidad. El ex-patroncito ya estaba medio sumergido en alcohol y, aprovechando que las chicas se habían ido a cantar, ¡mocos! me suelta la frase: "¿No te gustaría salir con Iovana?". ¿Qué responde uno a algo semejante? Pensé lo mismo que están pensando ustedes: "Pobrecito mi patrón". Sonríes como te enseñaron en la escuela de buenas maneras. Insisto, la chica en cuestión es encantadora, sin embargo, cuando trabajamos juntos, tuvimos algunas incompatibilidades de personalidad y llegamos a tener nuestras broncas and stuff. Al día siguiente, cuando lo vi otra vez, me hace el mismo comentario. Pensé: "Ah, cabrón, esto ya es serio".

Y todo esto es porque el novio actual de la señorita no la pela. Se la pasa viajando por la chamba y eso es lo que le molesta al jefe. De ahí a que me quiera en la familia... mejor que me presente a la otra sobrina, la que salió en Maxim, ahí ni las manos meto.

Todo esto a colación de que últimamente las ladies con las que salgo están medio... cómo decirlo... malitas de su cabeza. Eso sin contar el extraño comportamiento de Marisa cuando estoy con otra chica que no sea ella.

En fin, veremos qué sucede, porque este sábado regreso a clases y estaré más tiempo con Priscila.

Mr. K